lunes, 16 de abril de 2018

Yin – Yang Una visión taoísta.



Al igual que sucede en otros aspectos de la cultura tradicional china y, teniendo en cuenta que hablamos de miles de años, poco se sabe con científica fiabilidad sobre los primeros observadores de este fenómeno y, cómo en muchos casos, todo queda envuelto de la mitología.
 “Todas las cosas tienen en su espalda la oscuridad, y tienden a la luz”


Según cuenta la mitología china, el Dios de la creación, (Pangu) el cual surgió del caos sin forma, qué así es cómo se describe al universo en su origen, dividió con su hacha las fuerzas del Yin y el Yang cuando ambas estaban en equilibrio.
La fuerza Yin se hundió para formar la tierra y la fuerza Yang se elevó para formar los cielos




Pangu permaneció entre ambas fuerzas durante 18.000 años, que fue el tiempo necesario para que el cielo y la tierra estuviesen bien formados y estables en el universo.
Al finalizar la etapa de la formación, Pangu murió y con cada parte de su cuerpo se crearon las cosas del mundo.


El Tao. Lao Tsé, dice:
El Tao produjo al Uno.
El Uno produjo al Dos.

El Dos produjo al Tres.

El Tres produjo a los diez mil seres.

Todas las cosas tienen en su espalda la oscuridad, y tienden a la luz.


Los antiguos maestros, chinos, observaron qué todos los aspectos de la vida están regidos por dos fuerzas opuestas que se complementan. (Bello – feo, amor – odio, vida – muerte, calor – frío, luz – oscuridad)


lo único inmutable en el universo es el movimiento, absolutamente todo se mueve, se transforma y muta; es un ciclo continuo de inicios y finales generado por lo único inmutable, el movimiento. Pero, el movimiento también contiene sus principios y dos tendencias muy características

Una tendencia es expansiva o centrifuga (lo inicia todo)

La otra tendencia es contractiva o centrípeta (todo lo regresa al origen).


El Yin y el Yang, ambas fuerzas se manifiestan constantemente como fuerzas opuestas, pero, necesariamente complementarias la una con la otra para que el universo mantenga el sentido y propósito de sus acontecimientos.


El movimiento es constante en el universo y esto implica una continua transformación del mismo. Por lo cual, cuando las fuerzas del Yin y el Yang se complementan en armonía los diez mil están en equilibrio.


“Las diez mil cosas contienen al Dos, como fuerzas opuestas que se unifican en armonía en el movimiento”

El Yang (La fuerza centrífuga) tiende a la manifestación, a la visibilidad, a la iluminación, a la exteriorización)

El Yin (La fuerza centrípeta) tiende al ocultamiento, a lo oscuro, a la interiorización.



Cada ser, objeto o pensamiento contiene un complemento del que depende para su existencia y que existe dentro de él mismo. Absolutamente todo está en continua transformación y nada está en estado puro.

Nada es lo que parece a los ojos del que mira, pues solo el que observa sin mirar lo ve.

La teoría del Yin y el Yang está presente en todas las artes y ciencias de la cultura tradicional china, así como en la mayoría de culturas orientales. Obsérvese la base de las medicinas tradicionales, las artes marciales, técnicas de masaje y, técnicas de control y relación con el Qi,


El Yin -Yang está presente en todo y es representado de múltiples formas, sin embargo, la más popular es la figura que combina el blanco y el negro.

La zona oscura representa al Yin

La zona blanca representa al Yang

Los puntos internos de color distinto que se encuentran en cada símbolo representan el germen del opuesto en cada uno.


Conocer la visión del Yin – Yang por el I-Ching puede resultar muy interesante y esclarecedor, pero eso lo dejaremos para otro tema porque es muy extenso.


En el Yin – Yang se reflejan todas las propiedades esenciales de cualquier fenómeno natural y al observar su comportamiento se comprende y explica la fisiología y la patología del ser humano.

Cualquier objeto o fenómeno que se de en el universo consiste en dos aspectos opuestos entre sí, pero, a su vez, indisolubles, esto incluye a nuestro planeta con sus seres vivos y cosas, Estos aspectos y cosas del universo, también son interdependientes y, a su vez, se complementan y se rigen por una serie de principios.


Principio de oposición: Todo tiene su opuesto y, a su vez, este absoluto es relativo porque nada es completamente Yin ni completamente Yang. Recuerde el germen opuesto en cada fuerza. En un día de verano puede hacer frío y en un día de invierno puede hacer calor.


Principio de interdependencia: El Yin no podría existir si no existiese el Yang. Si se reconoce la oscuridad (Yin) se admite la existencia de la luz (Yang).


Principio de dualidad: calor – frío, día – noche, vida – muerte, luz – oscuridad.


Principio de subdivisión: Todo aspecto Yin o Yang puede subdividirse a sí mismo en más aspectos Yin o Yang indefinidamente. Nada es como aparenta, podemos encontrarnos en cualquier día caluroso de verano y ese calor puede ser templado, ardiente, húmedo o seco.


Principio de alternancia: El universo está en constante movimiento, transformación y mutando. El Yin y el Yang pueden transformarse en su opuesto cómo lo hace la noche en el día o la vida en la muerte. Cada movimiento conlleva un cambio, cada cambio una transformación.

Solo es lo que es ahora y ya está cambiando.



El Yin y el Yang siempre existió y existe en todo.

La energía suprema (Qi) se auto divide en dos fuerzas opuestas que se alternan y compenetran. Nada es lo que parece porque nada aparece en estado puro, el Yin contiene al Yang y el Yang contiene al Yin.

Yin y yang se mantienen en un constante e inestable equilibrio.


El Tao produjo al Uno.

El Uno produjo al Dos.

El Dos produjo al Tres.

El Tres produjo a los diez mil seres.

Todas las cosas tienen en su espalda la oscuridad, y tienden a la luz.


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